¿Has percibido que en las primeras horas del día tus sentidos están mucho más despiertos y alertas? Tienes más fuerzas para subir las escaleras, si cae un lápiz de tu escritorio, probablemente lo recojas inmediatamente…pero ¿cómo sería si pasara durante la tarde?
Nuestro cuerpo contiene un gran reloj ubicado en un sector del cerebro llamado hipotálamo. Este reloj controla la mayoría de todos los ciclos circadianos de nuestro cuerpo, entendiendo que un ciclo circadiano es todo lo que nuestro cuerpo realiza durante el periodo de 24 horas.
Existen muchos factores que condicionan nuestro cíclico cuerpo, uno de ellos es la luz. La luz funciona como un indicador determinante para este reloj, que produce distintas hormonas según el color de esta.
Aparentemente todas las fuentes de luz son blancas, esto no es más que una adaptación que hace nuestro cerebro y que las cámaras fotográficas han replicado con la función “balance de blancos automáticos”, y la verdad es que la luz tiene distintos colores que pueden ser medidos como temperaturas de color (kelvin), que parten desde los 1800K (luz cálida cercana al color rojo) hasta los 16000K (luz fría cercana al color azul).