“…Si tú tienes una idea y yo tengo una idea e intercambiamos ideas, entonces ambos tendremos dos ideas”. - George Bernad Shaw.
Pensemos en una oficina con escritorios individuales; espacios cerrados; gente enfocada solo en su trabajo, a pesar de que hayan varios trabajadores haciendo una tarea similar; la necesidad de salir cada 20 minutos a estirar las piernas; no poder terminar una tarea porque sentimos que se nos acaba la inspiración, creatividad o simplemente porque ya no se nos ocurren más ideas. Todo esto tiene un nombre: “Oficina Tradicional” y es la forma en la cual se llevan muchos años trabajando.
Afortunadamente, desde hace poco más de dos años se ha desarrollado en el mundo un concepto de trabajo que analiza estos problemas y nos hace meditar sobre aspectos que damos por sentado, como lo son los colores tradicionales, la diagramación típica de los puestos de trabajo y hasta los techos repletos de focos incandescentes.
Esta idea nos trae lo que pareciera ser la solución indicada para hacer ver más bonitas las oficinas y también lograr lugares de trabajo eficientes que permitan al personal desarrollar todo su potencial, maximizando desde la innovación hasta el compromiso que cada persona puede llegar a sentir con la empresa.
El sistema Cowork es un método de trabajo colaborativo que promueve el intercambio de ideas, para que cada trabajador pueda realizar sus tareas y proyectos de forma más eficiente, mejorando su rendimiento, resultados e incluso su ánimo y compromiso laboral.